martes, 6 de noviembre de 2012

Buscaré el oceano

El mundo que nosotros conocemos ha cambiado, ya no queda nada de él. Durante milenios las religiones han estado dando vueltas sobre lo qué hay después de la muerte, ahora no se preguntan el qué, si no porqué. Estamos hablando de un mundo donde una extraña enfermedad, que se propaga mediante el mordisco, lleva a sus víctimas hasta la muerte, pero  no permite que su sufrimiento termina allí, y los Infectados vuelven a la vida como Condenados.
Después de varias generaciones, todas marcadas por el miedo a los Condenados, encontramos un pequeño pueblo, perdido en medio del bosque de garras y dientes, rodeado por completo por una alambrada que evita la entrada de los enfermos. Allí comienza la historia de Mary, quien ve con desesperación como su vida se va haciendo pedazos a partir del momento de la infección de su madre. Después de generaciones, las hermanas son las que controlan el pueblo, son las que enseñan en la escuela, las que reparten los beneficios de la tierra, las que inculcan las costumbres y las que, por encima de todo, tienen el conocimiento. No será hasta que Mary lleve un tiempo en la hermandad cuando comenzará a descubrir una serie de sucesos extraños.
A todas estas, mientras la vida de Mary se ve truncada por la muerte de su madre y el abandono del resto de su familia, su corazón se niega a aceptar estos cambios, de modo que su pequeño gran amor, Travis, se queda algo lejos de su alcance. El problema es que el amor no solo atenaza los corazones de Travis y Mary, si no que se ha adueñado también del hermano de este, Harry, y de su mejor amiga, Cass.
Carrie Ryan nos presenta una apasionante novela donde encajan a la perfección la acción, el misterio, la aventura y el amor. Los personajes son muy complejos, sobre todo en el caso de Mary, quien demuestra ser egoísta a pesar de todo; Cass, quien descubrirá un instinto maternal muy fuerte; Travis, quien demostrará una valentía propia del mayor de los héroes; Jed, el hermano de Mary, quien nos mostrará unos radicales cambios de opinión y, para mí el más enigmático de todos, la hermana Tabitha, de quien sencillamente no puedo decir nada.
Es una historia tremendamente sugerente, muy misteriosa y, por encima de todo adictiva. Ryan es capaz de mostrarnos, en apenas 360 páginas la vida de una muchacha muy distinta a la nuestra, un mundo regido por unas normas muy distintas, pero no por eso menos injustas y un aura de misterio general al rededor del bosque de uñas y dientes. Personalmente, creo que es un libro increíble, me dejó sin palabras, no solo el modo en que Ryan critica el mundo en el que vivimos y al que nos puede llevar (como bien hizo también Suzainne Collins), sino que critica la avaricia humana, nuestro propio egoísmo, de un modo que no he encontrado en los Juegos del Hambre.
Aquí os dejo las portadas:






1 comentario:

  1. La segunda portada es la que más me gusta!!
    Este libro me llama mucho ^^

    besitos<3

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